Hace unos años llevamos una computadora a Villa María del Triunfo. En realidad, esa vez fui bastante cuidadoso en testear un buen rato el Doom 2016, ya que es un juego muy divertido y, además, el cliente nos pidió que lo instaláramos. Estuve probándolo durante 45 minutos para verificar la estabilidad del sistema y, de hecho, grabé la partida. Luego de entregado el equipo, después de unos días, el cliente nos comentó que se le apagaba al jugar. Naturalmente, preguntamos si tenía un estabilizador. Él no respondió que sí, y bueno, ahora que lo pienso, era un estabilizador económico.
En ese tiempo, no había mucha costumbre de comprar estabilizadores de marca, como los Chicago Digital Power. Mayormente, los estabilizadores que se solían comprar en casa no costaban más de 100 soles y eran, pues, de marcas económicas. Yo sabía muy bien que el equipo estaba bien, por lo cual aseguré totalmente que el problema era eléctrico del hogar.
Por lo cual, los invité a venir a la oficina y probar el equipo aquí, y así sucedió. Vinieron, lo probaron durante media hora y nunca se apagó. El padre de familia se sentía un poco más tranquilo y se comprometió a hacer un cambio de los cables eléctricos, ya que, sí, efectivamente, reconoció que la casa era ya vieja. Afortunadamente, el problema se resolvió y, precisamente a partir de ahí, tomamos mucha importancia en los testeos de los equipos.

En la industria de la tecnología, a menudo se subestima la importancia de la energía eléctrica, mucho se preocupan de la certificación de las fuentes de poder, confundiendo la eficiencia con calidad, . Sin embargo, la historia que acabo de contar es una prueba clara de que la energía eléctrica es un factor crítico en el rendimiento y la estabilidad de los dispositivos electrónicos.
Cuando entregamos una computadora a un cliente, nos aseguramos de que esté en perfecto estado de funcionamiento y estabilidad. Pero a veces, como en este caso, los problemas surgen después de la entrega. En tales situaciones, es importante abordar el problema con la mente abierta y analizar la situación desde diferentes perspectivas.
En este caso, el problema era eléctrico y no técnico. Después de probar la computadora en nuestra oficina, quedó claro que el equipo estaba funcionando correctamente y que el problema estaba en la casa del cliente. Las conexiones eléctricas eran viejas y el estabilizador que se tenia era de nivel básico.


La lección aprendida aquí es que la energía eléctrica es un factor crítico en el rendimiento de los dispositivos electrónicos. Si se quiere garantizar la estabilidad de un equipo, es fundamental contar con una fuente de energía estable y de constante. Por lo tanto, siempre es recomendable contar con un estabilizador de calidad para proteger los equipos de posibles problemas eléctricos.
Además, es importante destacar que no todos los estabilizadores son iguales. Es importante hacer las preguntas adecuadas para recomendar el estabilizador adecuado a cada usuario, teniendo en cuenta sus necesidades y el entorno en el que se utilizará.
En conclusión, la historia que acabo de compartir destaca la importancia de tener en cuenta la energía eléctrica al trabajar con dispositivos electrónicos. Al garantizar una fuente de energía estable y de calidad, se puede mejorar significativamente el rendimiento y la vida útil de los equipos.